Antes que Maradona, antes de Messi,
hubo otro argentino que parecía que también llevaba el balón pegado a los pies,
sacado de la misma escuela que estos dos genios. En Rosario ya vieron nacer en
1920 a otro genio del balón, pero este recalaría en Coruña.
Rafael Franco fue un artista del balón,
llevaba el balón pegado al pie y era capaz de driblar en línea recta a cuatro o
cinco adversarios antes de marcar.
Habría que viajar hasta Rosario,
Argentina para revivir los primeros pasos futbolísticos de Rafael Franco en el
Newell´s Old Boys. Antes de cruzar el Charco, Rafael realizo una especie de emigración
por Sudamérica y se fue a jugar al Chacarita y al River Plate de Argentina, después
fue al Nacional uruguayo y al Marte mexicano. Pero en agosto de 1948 Franco
cambia de Continente y emprende el camino contrario a los emigrantes al
dirigirse a Galicia.
Llega a La Coruña con la carta de
libertad en el bolsillo y causa una fantástica impresión en su primera aparición,
un partido amistoso frente al Ferrol. En aquel partido también jugo Rafael Ponce; los dos
firmaron por 3 años.
El presidente en aquella época Daniel
Chaver promovió entonces una campaña entre los socios y la hostelería para
afrontar estas contrataciones. Como la recaudación fue estupenda, el Depor
incorporo a dos jugadores más, Juanete y Cheche Martin, que daría muy buen
resultado, procedente del Angers francés.
Estos 4 debutaron en Riazor contra el
Sabadell. El equipo coruñés se impuso por 5-2 goles de Franco (3), Ponce y
Chao.
Rafael Franco en el centro |
Rafael no era muy corpulento y
utilizaba los codos para hacerse paso entre los contrarios, era una buena forma
de aprovechar su corta estatura ¿os suena?
Salió del Depor para militar en el
Valladolid y el Ferrol. Al retirarse entreno diferentes equipos en Venezuela y
España, y su ilusión era ser secretario técnico del Depor.
Ahora existen muchos delanteros
brillantes pero creo que en la época de los 50 era muy difícil abrirse paso y
hacer magia con un balón; seguro que si Rafael Franco jugara hoy en día en el
Depor tendríamos al mejor jugador del mundo en nuestro equipo. El Barça tiene
la suerte de tener un jugador como Messi, pero el Depor ya tuvo un jugador
igual, un Rosarino pequeño y menudo que tenía por nombre Rafael Franco, y que
con un balón en los pies hacia latir los corazones en Riazor.